Un largo día en el Mont Ventoux
Vamos a estrenar nuestra nueva sección en el blog (Crónicas de L'adoquí) con una ascensión muy especial, que también incluimos en la última edición de la BOX, la de mayo.
En esta crónica vamos a hablar de nuestro día en Mont Ventoux, uno de los puertos mas duros que se suben en el Tour de Francia, y que afrontamos el pasado setiembre.
Nuestra ascensión fue durante un stage de fin de semana, nos alojábamos en una casa de la Provenza francesa, concretamente en Roussillon.
El domingo, tercer día de stage, fue el elegido para intentar ascender el coloso, con una previsión meteorológica magnífica, sin viento (raro), ni nubes. Eso nos permitiría poner los cinco sentidos en alcanzar la cima.
Hicimos un calentamiento largo de unos 40 km, de rodar fácil hasta Bedóin, dónde tomamos un café y pudimos disfrutar del ambiente de decenas de ciclistas que compartían reto con nosotros. Esta cara de la ascensión es la mas famosa, pues es la que acostumbran a subir los participantes del Tour de Francia y eso se notaba tanto en la multitud en la carretera, como el el bullicio del pueblo con tanto ciclista turista (o no).
Desde el pueblo, estás a 20 km de la cima y debes remontar 1.500 m de desnivel, así que os podéis imaginar los porcentajes continuos a los que te enfrentas, nada más y nada menos que un 7% de media, sin casi descanso.
Pagado el café y ya sobre la bici, empezamos nuestra particular cruzada con 5 km que se hacen muy bien, entre viñedos y falsos llanos que te hacen temer lo peor si eres consciente de la media que tiene el puerto, pues empiezas a hacer tus cálculos y sabes que esto va a cambiar, y mucho!
Tras esa calma previa a la tempestad, llegó el mambo.
Hasta ese momento podíamos ver la antena blanca y roja, pero a partir de ese momento, entramos en en bosque Ventoux y ya no la volvimos a ver hasta casi la parte final.
En ese punto, durísimo, las pendientes no bajaban del 8% durante unos cuantos kilómetros.
Nuestra mirada buscaba el famoso Chalet Renard sin parar, señal de que ya no quedaba tanto, y lo encontró al fin, no sin antes engañar con otros chalets en medio del bosque. (En esos momentos uno piensa que vivir allí podría ser una pasada, o tal vez no).
Tras el chalet, la parte más dura había terminado, o al menos eso queríamos creer, como teníamos un día super tranquilo de viento, pudimos descansar por un tramo que no superaba el 3-5% de pendiente. En caso de viento, la gente nos comentaba, ese tramo de puede hacer muy duro, pues estás totalmente expuesto.
Pero Mont Ventoux no puede terminar de forma fácil y nos volvió a golpear en la cara, con unos casi dos últimos kilómetros sobre el 10% de pendiente, para hacerlo todo más épico.
Sufriendo como en los peores días y viendo como otros ciclistas nos adelantaban continuamente, por fin coronamos y pudimos estar un rato haciendo fotos, comprando souvenirs y comida en la pequeña tienda que hay en la cima. Disfrutamos de unas vistas increíbles de los Alpes al este, las Cévennes al oeste y el Mar Mediterráneo al sur.
En resumen y como valoración final, un puerto que os recomendamos al 100%, siempre intentando vigilar la meteorología y si puede ser, pasando 2 o 3 días en la zona para disfrutarla en vuestra bicicleta.
Nombre: Mont Ventoux
Altitud: 1909 m
Desde: Bedóin
Longitud: 21,3 km
Desnivel: 1589 m
% pendiente media: 7,46%
% pendiente maxima: 12,5%
Ubicación: Provenza, Francia